No es, claro, un número preciso, pero decir que, a ojo, cuatro mil millones de personas van a morir, para mí, es casi una apuesta segura. Apostaría, lo que quieran, a que eso va a suceder, y está en pleno proceso de estar sucediendo. Sin embargo, lo que yo deseo es perder esta apuesta, así que voy a hacer todo lo posible para provocar/ayudar/lo-que-sea/incentivar una diferencia, que el dolor sea menor, por muy poco o mucho, gracias a mi participación. Ahora, lo primero que este tipo de frases despertará es el escepticismo. La gente pensará ‘no lo creo’, o ‘imposible’; pero, aquí, el ‘creer’ no importa un pepino.
[Valga aclarar que ya no pienso escribir sobre la crisis económica por este medio (Tal vez se me salga en alguna ocasión; pero eso será un exabrupto inevitable, no parte del ‘plan’, de la estructura de esta página). La verdad es que, en la red, hay muchísima información sobre el tema, así que lo que yo digo no se hace necesario. Tampoco voy a escribir sobre la crisis poblacional, energética y alimentaria, por este medio—los números de mi video son ‘tenebrosos’, a la gente no le importa un pepino—. Y el punto de una bitácora es conectarte con la gente que está interesada en lo que tú estás interesado, por lo que, para mí, se hace—en un medio como éste—muy difícil el capturar la atención/interés del público. La mayor parte de la gente que visita un sitio en la red está buscando ‘esa información’, en mi caso: ‘cine/narrativa/imaginación’, no ‘otros temas’. Esto no quiere decir que no vaya a abordar este tema en otros medios. Por el momento, dado el volumen de interés observable--nulo--creo que debo abordar otros temas en la bitácora; esto es, por más que me ocupe mucho de esto afuera… fuera de la bitácora. En otras palabras: esta es la última entrada sobre este tema, por un buen tiempo. Gracias por la paciencia, y qué vergüenza por el desinterés de algo así, pero, bueeeeeee ]
¿Cómo es posible que la humanidad sea tan incompetente como para caminar hacia su propia destrucción?
CREENCIAS
El otro día estuve con unos amigos ‘escépticos’ ante el desastre en el que estamos metidos. Ya saben, yo no abordo el tema, si se tropieza con él durante una conversación normal, pues, bien, ahí sí lo toco y lo defiendo. Y eso sucedió, mi amigo negó que fuera un problema la sobrepoblación. Son gente inteligente—eran dos amigos, porque la esposa estaba respondiendo llamadas o algo—, y su posición respecto a esto es que 'no puede creer' en esto, que esto—ese desastre en el que estamos metidos—no es creíble. Mmm. ¿Creer?
Todas las personas actúan en base a un sistema de creencias. Las creencias, en nuestras mentes, son mucho más importantes que la realidad, ya que vemos la ‘realidad’ a través de ellas. Vayamos a los ejemplos. En mi caso, yo ‘creo’ que el diccionario de la Real Academia Española está buscando hacer el mejor trabajo del que son capaces, al igual que el diccionario Oxford, o centenares de científicos y textos y libros de referencia, etcétera. Yo, como reza la academia en su primer significado, creo. Porque creer significa, en su primer uso: Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado. Yo no he verificado todo lo que dice la Academia, o lo que dicen un sinfín de científicos y libros, habré verificado un pedazo, una mínima porción del mismo, en todo lo demás: creo, confío en que es así. Eso es ‘creer’ y dependemos de este proceso muchísimo más que de cualquier otro, ya que es la base sobre la que construimos toda nuestra comprensión. De otra manera, tendríamos que verificarlo todo por nosotros mismos: desde la ley de la gravedad hasta la electricidad, así como el diccionario, todo lo que te digan tus padres, lo que te dicen en el colegio… ¿se imaginan? La profe dice “1+1=2”, y tú le vienes con que “Un momento, un momento, voy a verificarlo primero”, sales de clases, y regresas cumplidos los 14 años, con el teorema de Gödel en tus manos. Je, je. Suena simpático, pero la verdad es que te volverías loco.
Las creencias, por ser asumidas, no son parte de un sistema lógico, así que no se las puede contrarrestar con lógica, con argumentos, con información. Eso no importará, importa en lo que se cree, y eso es mucho más difícil de confrontar. Si tú no estás hablando de creencias, eso quiere decir que tienes ‘datos’ o ‘parámetros’ que restan validez a la información presentada. Si alguien te viene con la ‘huella ecológica’ (ecological footprint), tú tendrías que decir algo como que ‘los criterios químicos utilizados para medir la disolución de compuestos glicéridos y alcoholes industriales en metros cúbicos de agua no toman en cuenta la turbulencia y la exposición solar, que rompe las cadenas de los elementos químicos contaminantes con mayor facilidad’. Y si no tienes un argumento como éste, pues, lo que sucede es que tú crees que nosotros no podemos contaminar el agua más allá de la capacidad que los propios océanos tienen para limpiarse. (Ah, y no tengo idea de si glicéridos tiene algún sentido—asumo que sí, no me corrige la palabra—es sólo para dar la idea de cómo debería ser el argumento ante lo que es una realidad científica. Ah, y ese nombre saqué de los contenidos que tiene un jabón de tocador cualquiera. Mira vos) Entonces, ¿en qué creen los que no aceptan los problemas que nos rodean?
En la Biblia está escrito ‘Id y reproducíos’, o algo así. (¿Es multiplicaos?) Y en muchísimas culturas se puede reflejar el mismo modo de pensar. Tener muchos hijos, por ejemplo, es signo de buena fortuna en el 99% de las culturas. La Tierra, como planeta, es vasto, y ellos no creen que a nosotros nos ha tocado enfrentar los límites del mismo… no ha sucedido antes, no sucederá. Creen en los valores culturales del ‘crecimiento’, del ‘multiplicaos’, y los números: como que ahora somos 7 millardos, y hace tan sólo unos años éramos 6 no significan nada para esas creencias.
Pero las bases de las creencias pueden horadarse, y las falsas construcciones pueden caer… a pesar de tener tantos cómplices. Si ‘creer’ es la fe, el mal razonamiento proviene de un compinche poco conocido o no tan bien tratado, es: el pensamiento mágico.
PENSAMIENTO MÁGICO
Las creencias consisten en aceptar que esto es así y eso es asá. Las creencias pueden ocultar el mundo real, y dificultar nuestro abordaje del mismo; pero, sin creencias no podríamos ni siquiera abordarlo, estaríamos verificando cualquier dato antes de abordar la realidad. Por otra parte, el razonamiento equivocado pasa por el desconocimiento o comprensión a medias de x o z principio. A veces son construcciones lógicas en base a creencias disparatadas. Por ejemplo, sacrifiquemos a estos niños para apaciguar al dios Moloj, el Moloj Baal, de los cartagineses. Se cree en Moloj, se cree que come, que come lo puro, lo sano, ¿qué mejor que un niño? Y como estos no pueden defenderse, zas, a la boca del Moloj (Se escribe Moloch Baal, en algunas transliteraciones al inglés y francés). —Basado en hechos reales, cualquier similitud con hechos imaginarios probablemente no sea una coincidencia—. El punto es que se hace esto ya no basado en creencias sino en el razonamiento que estas generan. Eso es: pensamiento mágico. Por un lado podemos llamar ‘pensamiento mágico’ a todas las ideas relacionadas con cualquier tipo de superstición y, por otro, también están todas las comprensiones equivocadas o absurdas de malos razonamientos, e incluso de los correctos.
Todo el tiempo otorgamos a algo, o lo hemos hecho, la capacidad de hacer algo que no puede. Viajar a la luna en un globo, por ejemplo, entiende mal la naturaleza de la atmósfera; viajar a la luna en proyectil, entiende mal cómo nos afecta la aceleración; pero, también detalles sutiles como: ayudar, en vez de generar ‘responsabilidad’, entiende mal el acondicionamiento creado por la recompensa inmerecida; otorgar tareas al estado, entiende mal el comportamiento de las burocracias, así como su naturaleza parasitaria; y un larguísimo etcétera. En otras palabras, el ‘pensamiento mágico’, muchísimo más que el razonamiento, mucho más que el razonamiento ‘científico’, mucho más que la lógica, rige nuestros procedimientos, y no otorga ningún fruto, es un error. Si la creencia es prácticamente sentimental, más sentimiento que lógica, el ‘pensamiento mágico’ es meter la pata por tener ideas equivocadas, es error. Y el porcentaje de error en nuestro tiempo es horroroso. El keynesianismo, por mencionar una idea muy popular dentro de la disciplina económica es puro pensamiento mágico. La maga más reciente de esta tontería es Ellen Yellen, la nueva directora de la Reserva Federal, el banco central de los Estados Unidos, y es una analfabeta en economía… porque todo su pensamiento es pensamiento ‘mágico’.
Creer que la Tierra es infinita, que tiene recursos interminables, que puede limpiar cualquier monto de agua, etcétera, genera todo el pensamiento mágico que concluye que no tenemos nada de qué preocuparnos. Y también es parte del pensamiento mágico, entre muchos otros razonamiento, el otorgar a la ciencia el poder que no posee.
El fenómeno que permite la asociación entre ‘pensamiento mágico’ y tecnología es complejo, y no estoy seguro de cuál será el origen o la mayor influencia que permite una corrupción tal de lo que es la tecnología. Mi hipótesis principal sería: los productos de ciencia ficción, la noción mediática de tecnología, la maquinaria vista en filmes, series de televisión, dibujos animados e historietas, afecta nuestra manera de verla.--por ejemplo, en la película 'I.A.', al niño-robot jamás le cambian o cargan la batería--
FE en la CIENCIA & TECNOLOGÍA
La verdad es que nuestro tiempo ha corrompido todas las cosas. Cuando el centro cae, se lleva por delante a toda la estructura, por lo que nuestras ideas de referencia quedan sin un punto desde el cual partir, y todo se vuelve relativismo cultural, donde no se distingue el error del acierto. Ya lo he dicho varias veces, no me queda otra que seguir repitiéndolo. La idea que las personas tienen de la ciencia, y su hija más brillante y utilizada, la tecnología, es la equivocada. La ciencia NO soluciona ‘problemas humanos’, al igual que la tecnología, la ciencia sólo sirve para lidiar con asuntos técnicos y otorgar oportunidades. Veamos tres ejemplos.
Enemigos. Los seres humanos, desde el principio de los tiempos, tenemos enemigos, y la tecnología siempre nos ayudó a deshacernos de ellos. El primer gran salto fueron los instrumentos de caza, que también servían para matar a tus enemigos; mucho después vendría la espada, o el hacha, o la maza, o la balista, o la cimitarra, y un interminable etcétera. Si bien cada uno de ellos requería de la habilidad particular del usuario, todos eran una maravilla, en menor o mayor grado, de la tecnología. Para hacer un buen bronce hay que poder fundir los metales a temperaturas muy elevadas, eso implica un sistema muy sofisticado de hornos y provisión de aire. Lo mismo va para el hierro y el acero, que vendrían poco después. La espada china de 400 a. de C. es una joya de la tecnología de su tiempo, al igual que la espada de acero celta, de poco antes o un poco posterior. Lo mismo puede decirse del arco compuesto, o una ametralladora, una metralleta, un fusil de asalto, o la bomba atómica. Cada uno tiene su complejidad, y requiere su esfuerzo, ahora, la pregunta es ¿cómo me ayuda/ayudó la tecnología a resolver mi problema de ‘enemigo’? Y la respuesta es que NO ayuda, NO resuelve el problema, lo que hace es ‘otorgarte mayor número de oportunidades’, ‘más facilidad’ para que tú elimines a tus enemigos--o tú seas eliminado por ellos, no lo olvidemos. El problema humano: ‘enemigo’, no es resuelto, eso tienes que hacerlo tú con ‘herramientas y mecanismos’ que intervengan en el quehacer humano, no con la tecnología. Ése es el rol de la ciencia y la tecnología, incrementar tus capacidades, facilitar tu trabajo; pero no resuelve ningún problema humano. Ninguno. Se puede decir lo mismo de cualquier otro asunto ‘humano’.
Comunicación. La tecnología, y la ciencia, resuelven problemas: ‘técnicos’, como bien lo dice la palabra. ¿Cómo puedo incrementar la temperatura de mi horno?, ¿cuál es el mejor pegamento para el cuero?, ¿cómo puedo conservar mejor los tendones de los animales? Etcétera. Algo tan sencillo como la ‘comunicación’, que es un problema humano, y que hoy en día goza de todos los mimos tecnológicos, no es resuelta por la tecnología. Tú, en este momento, puedes hablar con Tombuctú, Alejandría, Roma, Kabul, Denpasar y un millón de lugares más, ¿por qué no estás llamando a esos lugares? La tecnología te lo permite; ahora, hazlo, llama. A pesar de que tengas la posibilidad de llamar a cualquier persona en casi todo en el mundo lo que en verdad vas a hacer es utilizar la tecnología, y toda la ciencia que tiene detrás, para hacer las llamadas que tú requieres en tu quehacer diario. Ahora tienes muchísimas más posibilidades; pero seguirás siendo tan buen o mal comunicador como lo hubieses sido antes, con menos tecnología. El problema comunicacional que tengas, la tecnología no lo va a resolver: como siempre, sólo facilita, amplía, mejora tus posibilidades y capacidades, no tus problemas con el tema. ¿Acaso no hay igual número de confusiones, malentendidos, cosas-que-no-se-dicen, temas postergados y olvidados en medio de la explosión de la comunicación perfecta? Ahora, gracias a la tecnología, el problema ‘técnico’, quedó resuelto… ¿el humano? Sigue ahí, sólo que ahora los malentendidos se pueden dar a más larga distancia. El problema técnico se resolvió, el humano se presenta cada que escribes o llamas a alguien.
Educación/formación. La tecnología es maravillosa, la ciencia es magnífica; pero no debemos otorgarles capacidades que NO tienen. Por ejemplo, en este momento tenemos la herramienta perfecta para ‘resolver’ todos nuestros problemas. En serio, está ahí, aquí, y la están utilizando en este momento: internet, la red. Internet es el medio educativo, informativo, comunicacional, formador, de entretenimiento, organizativo, etcétera, perfecto. Para lo que quieran es perfecto. Gracias a internet yo pude averiguar todo lo que me interesaba de un sinfín de temas. Ahí tenemos todo lo requerido a nuestra disposición, en serio. Piensen en algún problema técnico, pum, métanse a internet, y si saben buscar, podrán encontrar todo lo que requieren. Pero no podrán resolver algún problema humano. Veamos el lugar donde la ‘red’ está en su mejor forma: Europa. ¿Qué problemas tienen? Yo me he enterado que tienen unos asuntillos en economía; pero, gracias a la red, nada. No han hecho nada. Aquí está la herramienta, y nada.
Si la tecnología y la ciencia no pueden ‘solucionar’ nuestros problemas humanos, sí nos otorgan facilidades e incrementan nuestras capacidades; pero, en un contexto como el nuestro, en el fondo sólo sirven para expandir la podredumbre y estupidez de nuestro momento cultural. El hecho de que sea fascinante, no quiere decir que nuestro mundo no sea el más estúpido en la historia de la humanidad. Y la red de amplitud mundial, el www, uno de los recursos de la red, es prueba de ello. La red da cabida y acoge a todas las tonterías del mundo, todas las confusiones. Todas están ahí.
Es muy extraña, y confusa, la ‘fe’ que la gente tiene en la ciencia y la tecnología. Es un principio no racional rodeando lo que debería ser lógico y racional, una prueba más del absurdo que nos rodea. Y yo diría que es uno de los clavos más grandes en el ataúd de cuatro millardos de personas… no vamos a hacer nada, porque creemos que no tenemos que hacerlo, que la tecnología va a resolver el problema ‘humano’, cuando éste no es una cuestión técnica. La parte técnica ya fue resuelta, hace ya más de 30 ¡años! La parte técnica te dice: M. King Hubbert, energía limitada; Daniel Meadows, desarrollo necesita bienes, bienes son limitados, van a escasear; Charles Hall, la economía es energía, el petróleo es energía barata, y ya se acabó… y otros, y otros, y otros… y ahora viene la parte de resolver el aspecto humano, y la tecnología está impotente, a pesar de nuestras muchas creencias. Porque las creencias son primero, para la mayoría, la realidad, después. Y la gente no cree en el colapso, porque este colapso no entra en su sistema de creencias, y no comprenden ni creen en las pruebas que les dicen lo que se viene, esperarán hasta que los demonios salgan de la Tierra antes de hacer algo… y los demonios no saldrán.
COLAPSO APOCALÍPTICO versus colapso real
Fuego, llamas, azufre. Una voz gruesa y profunda, un bajo absoluto, que se ríe: “Ja, ja, ja, muaaaaa, ja, ja, ja”. El chico lindo le dice a la jovencita, “Yo siempre te quise, Pepa, desde que ti vi supe que éramos el uno para el otro”. Ella derrama una lágrima, “Oh, Tiburcio, oh, pensar que perdimos tanto tiempo”. Y, agarrados de la mano, comienzan a correr hacia el horizonte, mientras las bestias infernales comienzan a perseguirlos… eso no es el colapso, eso es una película. El colapso, en este momento, nos rodea: NO IMPORTA DE QUÉ PAÍS ERES, NO IMPORTA EN QUÉ PAÍS ESTÁS, EL COLAPSO TE RODEA. Y alguno dirá, “entonces esto no está tan mal, denme dos”. ¿No está mal?, ¿en serio?, ¿qué están esperando que en verdad sea como en una película, como en una novela? ¿Malvados de folletín, explosiones y llamas?
A ver, veamos: Japón ha entrado en su tercera década perdida, de la que ya tiene recorridos un par de años—dependiendo de cuándo se comienza a contar—. ¿Quieren más de esto? Espero que sí, porque se viene más. Estados Unidos, inflación, además, se calcula que unas 50 millones de personas están recibiendo ayuda directa del estado, sería más fácil ingresar en Harvard que adquirir un trabajo en el próximo Walmart (supermercado, trabajo poco calificado, y bajos salarios), 1.2 millones de niños que atienden las escuelas no tienen ‘hogar’—del tipo ‘viven en la calle’—, uno de cada cinco hogares recibe estampillas para comer (food stamps), etcétera. España, el paro entre los jóvenes supera el 50%, el paro general está en 26%—niveles de depresión económica—; hace unos meses, el país se convirtió en receptor, en vez de emisor, de remesas, el español emigra para ganarse unos billetes en otro lado. Grecia, ji, ji, ji, ¿pa’ q’ dar datos sobre este país? 27% de paro.
Y algunos dirán que me estoy concentrando en lo malo, que en países como Suecia, Suiza, Finlandia, se vive bien. Seguro que sí, yo también vivo bien, y estoy en Bolivia, el tercer mundo más pobre de este continente, compitiendo por los últimos lugares con Paraguay, Surinam, Haití y Nicaragua. Yo vivo bien; pero no ignoro los profundos problemas que tiene mi país, el mío está de lleno en el colapso: institucional, democrático, administrativo, moral, etcétera. Los otros países, los que todavía tienen mucho dinero para gastar, también tienen problemas, y muy, muy profundos, ¿o no?, ¿no hay drogas?, ¿no hay religiones extrañas?, ¿no hay un inmovilismo político respecto a un gran número de problemas? De seguro que sí, que viven muchísimo mejor que el 90% del mundo, de seguro que tienen muchísimas más facilidades, posibilidades, etcétera, pero también hay problemas, además, los países ricos y ordenados del primer mundo distan mucho de ser la regla. Esto no es el final, es el principio del colapso, es el derrumbe… y el otro día hubo unos fuertes disturbios en Suecia, con autos quemados y enfrentamientos con los jóvenes desafectados… y los políticos sólo venían con tonterías, sobre todo los de la izquierda. —Unos absurdos, decían, de pa’ q’ te cuento—. Al otro extremo de estos países, que todavía parecieran estar bien, están Haití, el estado fracasado de Somalia, varios países de África, los problemas económicos de India, saqueos en Venezuela, desastre económico en Argentina, la guerra de Siria. ¿No ven problemas por doquier y una incapacidad supina para superarlos? Eso es colapso. No hay bombos, no hay platillos, no hay jovencita bonita pasando apuros, y jovencito bueno golpeando monstruos, el colapso es la acumulación de problemas que NO SE ESTÁN RESOLVIENDO, hasta que el sistema no puede más, y estalla. La gente espera que comencemos por el final.
Algunos esperan un momento dramático para reconocer el principio. Colapso, en sus mentes, equivale a desastre, cuando ‘colapso’ es ya no tener fuerzas, y porque no tienes fuerzas, cualquier problema se convierte en desastre.
¿Buenas noticias?
La única luz que se puede ver en todo este meollo, es que la situación económica está tan grave, que vamos a ver muy pronto el estallido total de este problema, ya es prácticamente imposible que dure un año más. ¿Recuerdan que ya vengo diciendo esto por varios años, “que ya no puede durar un año más”? Esto se debe a que yo soy una persona racional, y pienso que la imbecilidad y torpeza tienen sus límites, me equivoqué, resultó que no tienen. Lo que ha ido sucediendo es muy interesante, el 2008 había un cierto margen de maniobra, gracias a la riqueza del mundo, decidieron mandar a toda esa riqueza por la ventana, la destruyeron; pero todavía quedaba algo más, y la destruyeron, el 2009, el 2010, y así, sucesivamente, ahora ya no hay margen de maniobra, se acabó, esta vez no puede durar un año más, porque no hay riqueza para un año más. Estamos obligados a ver el desastre, en los próximos doce meses. Yo sólo me equivoqué en ser optimista. Ahora, el monto de riqueza destruida es tan descomunal que vamos a entrar directamente al colapso… nos veremos obligados a cambiar, y ésa es la única razón para ser optimistas. Incluso si dura un par de años más, el resultado será el mismo: cambio radical, muchísimo dolor. Y estos dos hechos juntos probablemente permitan abrir un ventana para que se recapacite sobre lo que está sucediendo en el mundo. Ésa es la esperanza; muy pobre, por cierto.
De otra manera, el colapso energético, poblacional y alimenticio, va a destruir a muchos más de 4 millardos… recuerden, el lado bueno está en que no podrán nacer más, que la situación económica/social se pondrá tan dura, que la población comenzará a reducirse a marchas forzadas, y de forma espontánea. La gente olvida lo frágiles que somos en realidad. Un desastre como el que aconteció en las Filipinas, sin ayuda internacional, fácilmente podría haber acabado con un milloncito, entre hambruna, saqueos y enfermedades.
Cuando llegue la hora de reducir nuestros números, será fácil y rápido… procura no estar entre los vencidos. Suerte a todos.
Quedó larga la nota; pero no vuelvo a hablar de esto en este espacio… a la gente no le interesa, hay que utilizar otros medios más tradicionales para discutir este problema.
CRÉDITOS de las imágenes: Primera imagen, incendio en Japón, dicen que 松岡明芳 y que la tomo 松岡明芳. Segunda imagen, inundación en las Filipinas, fotografía de Trocaire, de Irlanda. Tercera imagen, igual, desastre en Filipinas, fotografía de Trocaire, Irlanda. Cuarta imagen, ayuda de EE.UU. a las Filipinas, fotografía del gobierno, autor Caleb Hoover. Quinta imagen, fotografía de inundación de David Reid. Sexta imagen, una pintura del siglo XIX, que encontré al buscar imágenes de la caída del imperio romano en Wiki, es de John William Waterhouse, se titula 'los favoritos del emperador Honorius', un juego con el hecho de que le gustaban más sus aves, de niño, que el imperio, al que dejó colapsar.
Hola a todos. No me salió tal cual quería, pero está aceptable. Muy largo, eso sí; pero de verdad que será la última vez. Ya me canse de que estos temas sean ignorados, eso quiere deicr que el 'gran público' no está interesado, entonces, algo como esto, esta bitácora, que llega al 'gran público', pues, tiene que hablar de otra cosa. Además, este tipo de asuntos culturales son mejor enfrentados en el mundo real. Y es ahí donde voy a hablar de esto. Así que yo no me despido del asunto, lo despido--a menos que suceda algo muy notable--de la bitácora. ¿Habiendo tantos temas de los cuales hablar, por qué hablar de algo que no le interesa a la gente? Sobre todo cuando, por manías y naturaleza, a mí me interesan un kiiiiilo de cosas, ¿no?
Por otra parte, el mundo finalmente logró destruir a la oposición siria a Assad. Los islamistas son los únicos que quedan... como consuelo: a veces cantan lindas canciones, con mucho sentimiento. Me refiero a un video que vi en tutele, no lo puedo pillar porque las letras estaban en árabe.
Creo que la próxima semana hablaré de 'feminismo'... sí, he visto cositas muy feas de eso; aunque, no, mejor hablo de princesas.