La narrativa es buena o mala, las demás clasificaciones puede que sirvan algún propósito en limitados contextos; pero, en esencia, la importancia de cualquier obra estará dictada por su calidad: ‘buena o mala’. Y esta calidad la dictará la ‘humanidad’ que tenga la obra. Por eso no importa el contexto de la misma, no importa si es ‘realista’, si es ‘histórica’, la narración siempre es una construcción sobre lo que había o hay, o sea: nunca es ‘verdad’, no tiene porque serlo, ni debería buscar ‘ser real’. ¿Por qué? Porque lo buscamos hacer, los narradores, lo que deben buscar los que cuentan historias es contar ‘alguna verdad’, y para eso les sirve cualquier cosa. La verdad es: el coraje, la inventiva, la voluntad, la sinceridad, y un larguísimo etcétera. Las historias no deben depender del maquillaje estético, palabras bien puestas, palabras hermosas y aptas, no deben hacer olvidar que la historia en sí debe estar ‘bien’ construida, y tener un ‘buen mensaje’, por lo que no deben depender de otro maquillaje estético, como la creatividad en sí. O sea: una narración es mala a pesar de su lenguaje, o de su imaginación. Lo único que puede dictaminar la ‘validez’ de una obra es su ‘calidad humana’, su capacidad para conquistar al lector y permanecer en la memoria del tiempo. Incluso la literatura supuestamente más sublime se debe inclinar ante este criterio: humanidad primero, lenguaje, después.
Creatividad, emoción, mecánica, debe estar subordinada a la humanidad de la historia, ahora, ¿qué es humanidad? Todo lo que nos hace humanos: valor, pasión, características éticas y todo lo que quieras añadir. Vayamos a un ejemplo, Naruto, ¿han oído hablar de Naruto? Supongo que sí, yo recién lo estoy comenzando a leer. Comencé a leer Naruto porque acabé Berserk, o se acabó, ya no hay más para leer. Y me dejó un buen sabor de boca, de necesitar más, entonces, pues, comencé con Naruto, me gusta. El contexto de Naruto es descabellado, un mundo donde los ninjas son mercenarios que hacen todo tipo de tareas, y tienen poderes muy extraños, esto es sólo el escenario, la humanidad nos la dan lo sentimientos expresados. Y ahí tenemos detalles muy interesantes, el propio Naruto es huérfano, nunca tuvo a nadie, quiere probarse a sí mismo y ganarse el respeto y cariño de todo su pueblo. El contexto, como escenario, puede que nos llame la atención, es vistoso y creativo; pero no es algo con lo que nos podamos relacionar, es ‘imaginación’ pura; en cambio la soledad de Naruto, su deseo de ser ‘aceptado’ y ‘querido’ sí son sentimientos con los que nos podemos relacionar. Cuando el personaje Tazuna le pregunta a Kakashi ‘¿Por qué aceptó seguir adelante con una misión que resultó mucho más peligrosa de lo esperado?’, Kakashi responde que ‘No cumplir con la misión, abandonarla, no habría sido valiente’, y ‘no ser valiente es no ser nada’. La frase es una lección de vida, y de eso hay muchísimo en la primera parte que pude ver de Naruto—obviamente, por otro lado, la narración peca de seriedad con tonterías, un realidad donde, en los concursos, los ‘niños’ se acaban matando, lo que debilita, en mi opinión, la narración ‘humana’ de Naruto. Ya que, de ser tan bestial el asunto, pues, el contexto tendría que ser otro, el tono debería ser ‘otro’. Se puede sentir de cualquier manera, ante cualquier fenómeno narrativo; pero se debe tomar en cuenta la variable que se está introduciendo. Si aparece un fantasma en tu narración, y las personas en esa historia no tienen la familiaridad con los fantasmas, pues, entonces se deben ‘sorprender’ ante la aparición, o ‘asustarse’, deben reaccionar con la variable de acuerdo a la actitud que, en su mundo narrativo, deberían tener. Entonces, volviendo a Naruto, si se van a morir en un concurso, pues, el tono que debe rodear el mismo debe ser ‘serio’, de algo que puede ser ‘terrible’, de otra manera, lo que estás diciendo es que la vida no tiene valor, y eso ‘resta humanidad’, en este contexto, claro, lo que estás diciendo es que no te estás tomando tus propias reglas en serio, y eso es un error ‘narrativo’. Sucede todo el tiempo.
Debido a que lo verdaderamente importante es los sentimientos humanos que se provocan, y las reacciones humanas ante lo que deben lidiar (amenazas, problemas, desastres), entonces, vale cualquier ‘escenario’ para narrar esos conflictos humanos. En la realidad, yo puedo tener problemas con un ladrón, o un tipo violento, o un pitillero (chico de la calle que consume drogas baratas), en la imaginación se puede utilizar cualquier tipo de amenaza: un ninja, un monstruo rabioso, o un robot asesino, pueden reemplazar a una ‘amenaza real’ sin que, en esencia, haya un cambio. El cómo se mueva, la dimensión y naturaleza de la amenaza, o lo que fuere, son detalles de la creatividad que se utilice, el aspecto importante será siempre la reacción, el sentimiento que esta amenaza provoque, y cómo se reaccione ante ella. Temor es algo que todos los seres humanos podemos comprender, y de acuerdo a la naturaleza de la amenaza se puede explorar nuestros miles de temores. Como tenemos miles de amores, miles de sueños, miles de reacciones. Creo que queda claro, entonces, qué es la humanidad dentro de una historia, y qué es el escenario, el contexto, la imaginación o buena prosa que la rodea.
Si una persona está atrapada por el contexto de Naruto, por los disfraces, los códigos, las ‘técnicas’, entonces está enfocándose en el decorado, en el aspecto creativo, y esto no es negativo ya que gran parte de la estructura social humana es imaginación, como lo son las manifestaciones culturales de esa creatividad (edificios, plazas, vestimenta), lo que no quiere decir que no puede haber una serie de aspectos de esa creatividad que no tengan mayor uso fuera de ésta. O sea: sabes algo sobre Naruto que sólo funciona y tiene sentido dentro de Naruto, esto, por extraño que parezca, es también muy humano, perdemos mucho tiempo y memoria con datos de mundos imaginarios (Yago, por ejemplo, es el malo de Otello, la obra de Shakespeare); obvio, el juicio final, en esto, es que mientras menos tiempo se pierda en estos detalles, tanto el lector como el creador habrán invertido mejor su tiempo; aunque, para el creador, probablemente sea inevitable dedicarle mucho tiempo a estos detalles, para sorprender y divertir a su audiencia. Mas no debemos olvidar que no son más que ‘fuegos artificiales’, pueden ser muy atractivos, aunque en el fondo no tengan mucha consistencia, igual, nos gustan y atraen, no son más que eso, y, a veces, para algunas cosas, eso es suficiente. Pero no habrá una gran obra de ‘fuegos artificiales’, por más que ninguna ‘gran obra’ debe carecer de ellas, o, al menos en mi mente y limitado conocimiento, todas las tienen. En ‘La Ilíada’, por ejemplo, el dios Ares, entre otros, interviene en algunas batallas, ¿qué relación humana podemos hacer con esto? La verda’ que ninguna, pero es muy interesante notar que el autor, Homero, hace que Ares sea poco ‘táctico’, a diferencia de Atenas, que se muestra más hábil en trucos, esto sí es interesante desde un punto de vista humano—incluso cuando hablamos de fuegos artificiales—ya que se dice: inteligencia es menos que la fuerza bruta. Por otro lado, también es interesante la codificación que los griegos hicieron de la naturaleza que les rodeaba (dios de la guerra, dios de la belleza, inteligencia, etcétera). Así que, en contextos culturales bien razonados o con mucha tradición, incluso los fuegos artificiales son interesantes. En Naruto, en cambio, sus poderes y combinaciones sólo son ‘entretenimiento’ en el sentido más banal de la palabra. No es que esté mal, es que simplemente se trata de algo que no tiene en verdad mucha importancia, ya que se aleja de la humanidad, o no tiene relación directa con ella. E incluso esto tiene cierto interés psicológico.
Entonces, punto uno, la humanidad es el aspecto más importante de una obra. Punto dos, el decorado puede ser muy interesante y hay que explorarlo, pero es sólo eso, decorado. Ahora, si lo que importa es la humanidad y cualquier tipo de obra puede tenerla—ya que, de otra manera, estarías criticando a una obra por el decorado. Si es ciencia ficción, fantasía, o lo que fuere, no importa, lo importante es la ‘humanidad’ dentro de la obra—, entonces, consumir obras fantásticas no es ‘escapismo’, es ‘experiencia narrativa’. Tomemos, una vez más, el ejemplo de Naruto, ya que es una obra extrema, lleva la fantasía al límite y está llena de elementos que no tienen nada que ver con nuestra realidad, pero, como ya he mencionado, está lleno de ‘enseñanzas’ y ‘experiencias’ útiles. Un ejemplo debería ser suficiente: en la historia hay un niño que llora porque su padre adoptivo fue asesinado, Naruto le llama ‘llorón’, y le dice que ningún bien viene de lloriquear lo que se ha perdido. El niño llega a la conclusión de que no debe llorar la muerte de la persona que amaba sino, en vez, lidiar con su realidad y hacer algo. Es una fantástica lección, algo que yo estaría muy feliz de lea mi hija. Esto no quiere decir que mientras más ficticia sea una obra más tiempo se ha perdido, tanto el creador como el lector, con el ‘decorado’, pero, bien trabajado, el ‘decorado’ puede ser obra humana. Ya mencioné la arquitectura, la vestimenta, la codificación social, y un larguísimo etcétera que la imaginación puede explorar para beneficiar/inspirar/proyectarse en la sociedad misma. La fantasía, la creatividad, no es un lugar, o espacio, al que se escapa, es un espacio que te enseña… parte de lo que te enseña se limitará por tu capacidad de aprender, parte se limitará porque la narrativa de nuestro tiempo refleja nuestro nivel cultural, y nuestro tiempo es de decadencia total, nos rodea una sociedad que ha muerto desde un punto de vista cultural—es patética—; pero, a un nivel humano básico, las lecciones abundan.
El otro día fui a ver una película que podemos mal-llamar de ‘escapismo’ puro, “Guerra Mundial Zombi”. De seguro que han oído hablar de ella, es con Brad Pitt—ah, y en caso de que quieran curiosear, la historia de cómo se hizo la película y los problemas que enfrentó son muy interesantes. El trabajo de producción merece su atención, o de aquellos interesados en la producción de cine. Fíjense que la película tenía que estrenarse el año pasado, y no lo hicieron porque tuvieron que filmar un nuevo final y todo eso. Bueno, al final, tal como está, me parece entretenida—. Ahora, ¿qué cuernos se podría aprender de “Guerra Mundial Zombie”? Viéndolo como un experimento mental, pues, uno: coraje, ser valiente es la única opción que tienes. Dos: en situaciones de desastre hay que estar en movimiento. Tres: No sobrevives solo. Cuatro: Si no existe un espacio ordenado con recursos (comida, agua), se acabó la historia. Cinco: la solución a un desastre es compleja, concentra tus esfuerzos en pequeñas victorias… y podría seguir. No se escapa, bien utilizada, con la fantasía se aprende.
Créditos imágenes: Todos son dibujos, fotogramas, de Naruto la serie animada, del autor Masashi Kishimoto, propiedad de Studio Pierrot y TV Tokyo. Utilizadas con propósito de ilustrar un comentario. Los personajes son, por orden: Naruto Uzumaki, Sasuke Uchiha, Sakura Haruno, y Kakashi Hatake.
Bueno, ¿cómo han estado ustedes? Les cuento que yo estuve muy mal, me enfermé y me tomé mi tiempo en recuperarme, hoy por hoy sólo queda un débil resabio de mi enfermedad. Hace tiempo que no me pasaba, debe ser siquiera un par de años desde que me enfermaba tan fuerte.
Por fortuna, un viaje a la doctora fue, más el tratamiento, lo necesario para ponerme, sino en forma, siquiera alejar el 99% del sufrimiento en el que acabé sumido.
Por otra parte, hubo un montón de temas que me hicieron pensar, pero no los abordaré debido a que he visto buena información sobre ellos en la red... (por ejemplo, el caso de George Zimmerman, en la que muere un joven negro, y repentinamente a todos les importa porque hay un contexto racial, y quieren hacer un escándalo racista... en cambio, las decenas de jóvenes negros que mueren en los barrios de Chicago o Compton, no tienen un asesino al que valga la pena acosar... y de ellos no se dice nada. Triste, triste, y sobre esto hay voces lúcidas. como la de Romany Malco Que aquí habla sobre el tema --ya saben, traducir con Google.)
La situación en Egipto también se puso interesante. Básicamente, es el error de siempre, los poderes externos no le dan una oportunidad a la democracia. Debido a las metidas de pata de Mursy habría perdido las próximas elecciones... el ejército sólo debería haber respetado la constitución y Mursy habría caído por su propio peso, en vez de eso, los poderes externos, aprobaron/respaldaron tácitamente, un atropello a la democracia. Siempre tan brutos ¿será que aprenderán algo en algún momento? No creo, ya no hay tiempo para procesos políticos.
Finalmente, avanzo con otros proyectos, poco a poco. ah, y tengo un dibujo que hice la otra vez... faltan detalles y hay varios 'problemas' con el mismo. Estoy aflojando la mano, ir soltando para poder dibujar 'bien'. Pa' ser un trabajo de soltura, pues, diría que no está mal.
El verdadero problema es que la foto es demasiado grande, y eso que es la versión reducida. De verdad tengo que instalar el programa de transformación de la compacta, no es que el otro sea complicado, pero sí es pesado.
Trabajando en historias que ya verán la luz de los lectores. A mí me gustan las ideas, espero que, en el futuro, también les gusten a ustedes.
Bueno, eso es todo por el momento... saludos a todas y todos.